Normativa MiFID II: así protege el dinero de tu inversión

11 abril 2018

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Normativa MiFID II

Si eres inversor o piensas invertir en algún producto, te interesa conocer en qué consiste la segunda Directiva de Mercados e Instrumentos Financieros (MiFID II, por sus siglas en inglés). Gracias a su entrada en vigor, la forma en la que te relacionas con tu banco y los mercados financieros ha cambiado radicalmente.

Seguro que te has visto a ti mismo leyendo la letra pequeña de una norma sin entender absolutamente nada. Sí, nos pasa a todos. Más aún cuando buscamos opciones para invertir nuestro dinero. La regulación bancaria es compleja porque la ley exige que contenga todos los pormenores y las situaciones posibles. Ten algo claro: por muy complicado que sea de descifrar, siempre busca beneficiarte o, al menos, protegerte.

Ese es el principal objetivo de la normativa europea de inversiones MiFID II que entró en vigor a principios de año para beneficiar a cualquier inversor, desde el más grande hasta el que tiene una sola acción o un plan de pensiones, y protegerlo en caso de conflictos de interés o abusos.

Esta Directiva de Mercados e Instrumentos Financieros es, básicamente, una nueva versión de la normativa europea anterior, la MiFID I, y viene a poner un poco de sentido común al mercado financiero, y a evitar que vuelva a pasar algo similar a la crisis del 2008. Sus pilares fundamentales se centran en mejorar el funcionamiento de los mercados, evitar malas prácticas y protegerte mejor si decides invertir en productos financieros. En pocas palabras, la transparencia aplicada a los mercados y en todos los sentidos.

“El objetivo principal de MiFID II es mejorar el funcionamiento de los mercados y hacer más seguras las inversiones, sean del tamaño que sean”

¿Las cuentas? Claras desde el principio

Uno de los aspectos de la normativa MiFID II que más te afecta tiene que ver con las comisiones y los gastos de las operaciones. Ahora, tu banco o empresa de inversión deberá detallar los costes de cada operación, de forma que sea fácil para ti entenderlo. Además, solo podrán cobrarte cuando el asesoramiento sea efectivo o por conceptos detallados y tasados.

Le dirás al banco qué tipo de inversor eres
Sí. A partir de ahora no podrás invertir en lo que te apetezca sin control, sino en lo que te permita la Ley. Esta es la forma más sencilla para evitar que caigas en productos especialmente complejos o que tengan mucho riesgo.

MiFID II obliga a las entidades a asignarte un perfil de inversor, es decir, una clasificación en función de tus conocimientos y formación, de forma que solo puedas invertir en aquello que se considere seguro para ti. Esto se consigue a través de los Test de Idoneidad y Test de Conveniencia, unos cuestionarios que evalúan tus conocimientos para saber qué tipo de inversor eres.

Por ejemplo, si no tienes ciertos conocimientos, tu banco no te permitirá invertir en productos que están muy apalancados; es decir, que tienen mucho riesgo y que pueden ocasionar grandes pérdidas de dinero si la cosa sale mal.

“Tanto profesionales como clientes tendrán que pasar una serie de test para demostrar que son idóneos para invertir en cientos productos”

Y ellos te dirán qué tipo de producto es adecuado para ti

Con la normativa MiFID II los profesionales que te asesoren para invertir en algún producto serán expertos en su materia. ¿La razón? La normativa incluye la obligatoriedad de que todos los profesionales del sector obtengan un certificación que garantiza que tienen los conocimientos necesarios. Además, tienen que renovarla periódicamente, lo que supone que su formación siempre está al día sobre productos financieros y sus normas.

De esta forma se acaba de un plumazo con las malas prácticas que suponían la comercialización de productos complejos por inversores sin conocimientos. Esto garantiza que, cuando el banco te recomiende invertir en cierto producto, lo haga de forma personalizada y teniendo claro qué es lo mejor, según tu perfil.

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