Manos a la obra: ¿cómo preparar una casa para una reforma?

12 agosto 2019

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cómo preparar una casa para hacer reforma

Cómo preparar una casa para una reforma es una de esas tareas que solemos pasar por alto cuando nos enfrentamos a ese esperado (o necesario) cambio en el hogar. Sabemos que una reforma es sinónimo de estrés, movimiento, incertidumbre y fuente de preocupaciones. Hemos creado esta entrada para acompañarte en la aventura de reformar tu casa y que tengas el apoyo que necesitas. ¿Nos ponemos manos a la obra?

Esto no quiere decir que seas tú quien se vista con el mono azul de trabajo y el pañuelo anudado en la cabeza. Bueno, puedes hacerlo si quieres, pero nos referimos a que las obras y los obreros, cuando vas a hacer reformas en casa, generan desconcierto, alteran tu rutina y pueden sacarte de tus casillas mientras avanzan los trabajos. 

Para evitar incertidumbres y tener claro tu proyecto desde el principio, es mejor que sepas cómo preparar la casa para una reforma. Una buena planificación te ayudará a ordenar las ideas y saber cuáles son los pasos para reformar una casa. ¡A por ello!

“Para evitar incertidumbres y tener claro tu proyecto desde el principio, es mejor que sepas cómo preparar la casa para una reforma”

Cómo preparar una casa para una reforma: 7 consejos clave

    1. Planifica la obra en detalle sin dejar nada al azar. La mejor manera de empezar una reforma integral es teniendo en cuenta cuál es el mejor momento del año, el que menos trastorna tu rutina o el día a día de tu hogar. Piensa, también, qué vas a hacer con tu vida mientras dure la reforma. ¿Te vas de vacaciones? ¿Reservas una habitación en casa para encerrarte a cal y canto? ¿Pides asilo en casa de un amigo o pariente? 
    2. Pide presupuestos como si fuera el fin del mundo.Muy detallados. Y compara. Nunca aceptes un presupuesto de una empresa que no haya visitado tu hogar para comprobar qué trabajos son necesarios. Lo más práctico es contar con un contratista, si es posible recomendado por alguien en quién confías, que lleve a todos los especialistas (albañil, fontanero, electricista, carpintero…). A menos que quieras montar tu propia empresa de reformas, porque coordinar todos estos trabajos requiere tiempo además de dinero. 
    3. Vigila la estructura de la vivienda. Si quieres saber cómo proteger la casa en una reforma, presta atención a los elementos estructurales. De esta manera, evitarás daños muy caros y difíciles de reparar. 
    4. Comprueba si necesitas permiso. Las obras pequeñas no necesitan permisos especiales, aunque algunos ayuntamientos piden una especie de declaración responsable, por si ocurre cualquier incidente. Por ejemplo, reformas en pavimentos, alicatados, cambios en baños o cocinas son obras pequeñas. Si tienes en mente una obra mayor, como ampliar metros cuadrados, alterar puertas y ventanas que dan a la calle o paredes maestras, necesitarás un permiso de tu Ayuntamiento. 
    5. Ojo con la comunidad. Cuando vas a hacer reformas en casa que afectan a elementos de la comunidad de propietarios, necesitas la aprobación en junta. De hecho, pueden denunciarte, paralizar la obra u obligarte a deshacerla, con el drama que supone. Lo recomendable es que, aunque la obra solo afecte a tu hogar, avises al presidente o al administrador. Informa de fechas de inicio y final y asegúrate de que las zonas comunes como las escaleras, el ascensor o el portal están protegidos de los trabajos de los obreros. 
    6. ¡Manos a la obra! Es momento de pensar en cómo proteger la casa en una reforma. Antes de que lleguen los obreros tienes que guardar los objetos y muebles que se pueden dañar durante los trabajos. Si no puedes mover los muebles más grandes, pide a los operarios que lo hagan por ti. Y piensa que un trastero de alquiler es una buena opción para proteger tus cosas. 
    7. ¿Y la casa? En cuanto los obreros hagan acto de presencia, deben preocuparse por proteger tu hogar. Por ejemplo, asegúrate de que cubren los marcos de las puertas con cartón, que forran de plástico cualquier otro elemento, y que los suelos y escaleras están cubiertos de papel. Sella las habitaciones que no vayas a reformar. Y recuerda tapar los conductos del aire acondicionado. Finalmente, indica a los trabajadores qué aseo pueden utilizar, dónde tienen el agua que necesiten y dónde almacenar herramientas y materiales. 

 

 

Como puedes comprobar, proteger la casa en una reforma es más sencillo con un poco de planificación. Esperamos que esta entrada te ayude a gestionar mejor tu aventura reformadora y que lo consigas con éxito y sin demasiadas preocupaciones.

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