¿Eres manitas? Aprende a construir tu propia casa

20 agosto 2019

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cómo construir tu propia casa

¿Alguna vez te has planteado construir tu propia casa con tus propias manos? Pues bien, es una idea estupenda para un reality show de televisión, pero no es tan fácil como crees. De hecho, por muy manitas que seas es posible que un proyecto de estas dimensiones quede fuera de tu alcance.

Sin embargo, no te desanimes. Si lo que quieres es tener una casa a tu gusto, en el sitio que quieres y personalizada, que huya de las aburridas promociones de viviendas todas iguales, puedes conseguirlo. Necesitarás una buena dosis de paciencia y una buena planificación.

Para echarte una mano, compartimos contigo una breve guía para ayudarte a construir tu propia casa. Vayamos paso a paso. 

1. El terreno de tu propia casa

Puede que ya lo tengas o que tengas que buscarlo, pero no te quedes con cualquier terruño para construir tu propia casa. Debe, ante todo, ser edificable y transmitirte buenas sensaciones. Imagina cómo sería tu vida diaria en un lugar así. No es fácil, pero resolverá de antemano muchos problemas y preocupaciones. 

Calcula bien cuántos metros cuadrados tienes para construir tu hogar, infórmate de la orientación del terreno y de cómo el sol afectará a la construcción. Recuerda que es la principal fuente de calor durante el invierno y de luz durante todo el año. 

Si te preguntas cuánto cuesta construir tu propia casa, el terreno es uno de los principales gastos. Ronda algo menos del 50% del coste total del proyecto porque el suelo edificable en España es más escaso de lo que crees. Por cierto, el suelo urbano consolidado, apto para uso inmediato porque tiene acceso por calle y servicios como agua, luz, saneamiento y comunicaciones, es el más fácil de localizar.

“Si te preguntas cuánto cuesta construir tu propia casa, el terreno es uno de los principales gastos”

Recuerda, también, que si adquieres el terreno será mediante una compraventa con escritura, así que calcula los honorarios del registrador de la propiedad y del notario, que suelen rondar el 0,5% del precio de adquisición. Ah, y tendrás que pasar por caja con Hacienda y abonar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, así como el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados, que varía dependiendo de cada comunidad autónoma. 

2. Diseña tu propia casa

¿Crees que es fácil diseñar su propia casa? Pues bien, no es tan fácil como ponerse a dibujar ideas y después amontonar ladrillos. Antes de construir necesitarás un estudio topográfico del terreno para conocer la geometría, desniveles, árboles, así como un estudio geotécnico para diseñar una cimentación adecuada

Un arquitecto te ayudará a cómo construir tu propia casa. Con un profesional cualificado puedes planificar tu futuro hogar de acuerdo a tu sueño y tu presupuesto, así como las necesidades más realistas, dentro de la normativa urbanística. 

Confiar en un arquitecto está bien, pero debes tener claras una serie de premisas de diseño: el tamaño y el estilo de la casa, los materiales que quieres, el número de habitaciones y los acabados. Para los aspectos técnicos, es mejor confiar en el profesional. Por ejemplo: orientación, ventilación, sistemas de edificación, aislamientos, etcétera. 

3. El proyecto

Mano a mano con el arquitecto tienes que darle forma a todas vuestras ideas y características para la construcción de tu hogar. Para solicitar una licencia de obras tienes que presentar un proyecto en el ayuntamiento en cuestión. El arquitecto redacta una documentación técnica llamada Proyecto Básico, que incluye la memoria, los planos con las obras a ejecutar y el cumplimiento de las normas urbanísticas.

También presenta el Proyecto de Ejecución, que desarrolla en detalle el documento anterior. Cuenta con los planos arquitectónicos, especifica materiales, sistemas constructivos, instalaciones, mediciones y presupuestos para cada fase de la obra que se te viene encima. 

4. Las obras 

Se acerca el momento de la verdad: la obra en sí misma, cuando se materializa todo el trabajo previo. Es lo que más se disfruta cuando vemos un reality show de construir casas bonitas y puede que te hayas imaginado con el mono azul haciendo tus pinitos, pero es mejor dejar paso a los profesionales. 

Una vez que tengas el permiso de obras (por cierto, este es otro gasto), debes solicitar la acometida provisional de corriente eléctrica y el suministro de agua para poder empezar a trabajar. 

El arquitecto será el responsable de dirigir la obra en la parte técnica, ambiental, estética y urbanística. Necesitarás un aparejador o arquitecto técnico como director de orquesta que ejecute la construcción. Es el responsable de la calidad y la seguridad y de que se cumplan todas las especificaciones del proyecto.

“Mano a mano con el arquitecto tienes que darle forma a todas vuestras ideas y características para construir tu propia casa”

Y, finalmente, el contratista. Pide presupuestos hasta que conozcas a todas las empresas de construcción de la zona, compara, comparte con el arquitecto y discute los pormenores hasta que tengas un precio cerrado. Vigila que el presupuesto tenga fecha prevista de finalización y las penalizaciones en caso de retraso. 

Si has pensando en actuar como contratista y buscar a cada gremio especializado, atención. Buscar a cada profesional, acordar el mejor presupuesto, coordinar todo el personal implicado en el proyecto, vigilar la seguridad y salud laboral… Son todas tareas de un profesional. ¿Tienes la preparación para ello?

5. El fin de la obra… pero no de los papeleos

Semanas o meses después de diseñar y después construir tu propia casa, ya está lista. Y se parece a ese hogar que imaginaste en tus sueños y acordaste con el arquitecto. Has invertido mucho dinero y esfuerzo en ello, pero no has terminado. La burocracia te espera, una vez más. 

Revisada la obra, el arquitecto y el aparejador firmarán el certificado de fin de obra, que te sirve para obtener la licencia de primera ocupación en el ayuntamiento. Sin este papeleo no puedes entrar a vivir. Como lo lees. Además, necesitarás una cédula de habitabilidad, para poder dar de alta los suministros habituales de la electricidad, el agua, el gas y las telecomunicaciones. 

Ojo, que no has terminado. Ahora toca declarar la nueva construcción en el Catastro y formalizar una escritura pública de la vivienda ante notario e inscribirla en el Registro de la Propiedad, que es el último trámite. ¡Por fin!

Y ya está todo listo para disfrutar del hogar de tus sueños, como si nada. Ahora es el momento de disfrutar después de un baño de realismo. Si al principio de esta entrada te veías como un manitas levantando paredes y techando tu dormitorio, recuerda que construir tu propia casa no es tan sencillo como parece.

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