Es muy común: encuentras la casa de nuestros sueños, pero te pones a echar cuentas y te entran las dudas. Elegir una casa no es solamente una cuestión de gustos: también es una cuestión de números. Antes de ponerte a soñar con una vivienda, te conviene concretar qué presupuesto tienes (siendo realistas) y cuánto puedes pagar de hipoteca según tus ingresos. No te preocupes, te ayudamos a calcularlo sin sustos.
Analiza, sobre todo, cuáles son tus gastos fijos
Puntos clave para definir tu presupuesto
Para calcular qué vivienda puedes permitirte, debes tener en cuenta lo siguiente:
- Ingresos mensuales: . Como verás más adelante, la cuota de la hipoteca y otros préstamos que tengas, no deben pasar del 40% de tus ingresos mensuales. Ojo, aquí cuentan los ingresos fijos, es decir, los que sepas seguros que vas a cobrar.
- Ahorros disponibles: Lo normal es que los bancos financien un porcentaje máximo del 80% del valor de tasación o del valor de compra, con lo que debes contar, al menos, con el 20% restante. Además, recuerda que tendrás q afrontar los gastos de la compraventa de la vivienda, es decir, impuestos, gastos de notaría, registro y gestoría.
- Gastos fijos y variables: Analiza sobre todo cuáles son tus gastos fijos, es decir, aquellos que tienes que pagar sí o sí, como alquileres, cuotas de préstamos, etc.
¿Qué hipoteca me puedo permitir con mi sueldo?
La regla general es que la cuota de la hipoteca y de otros préstamos que puedas tener,no superen el 40% de tus ingresos fijos mensuales. Por ejemplo, si ganas 2.000€al mes y estás pagando 200€ de un préstamo que pediste para comprarte un coche, la cuota máxima de tu hipoteca sería de unos 600€, porque el 40% de tus ingresos mensuales serían 800€.
La regla general es que la cuota de la hipoteca y de otros préstamos que puedas tener,no superen el 40% de tus ingresos fijos mensuales
Otros consejos básicos para saber qué vivienda puedes comprar
Además de todo lo anterior, para saber hasta dónde puedes llegar en la compra, es importante que tengas en cuenta lo siguiente:
- Tipo de vivienda: Dependiendo de si buscas una casa o piso, los gastos asociados pueden variar, desde el mantenimiento hasta impuestos como el IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles).
- Evalúa tu situación a largo plazo: Un cambio en tu trabajo o en tus gastos puede afectar tu capacidad de pago. Un ascenso la mejoraría, pero un gasto inesperado como la compra de un coche porque el que tienes lo ha dado todo, podría comprometerla.
- Negocia el precio de la vivienda: Puede haber margen para ajustar el precio con el vendedor. Saca a relucir tus dotes de negociación y consigue un precio más asequible. Cualquier mejora te vendrá bien.
- No comprometas todos tus ahorros: Deja un colchón de dinero para posibles imprevistos, compra de muebles, posibles reformas…
Tomarte el tiempo para analizar tu situación y tus opciones te ayudará a encontrar una casa que puedas disfrutar con tranquilidad. Y si buscas financiación,¿por qué no echas un vistazo a nuestra Hipoteca Pibank Mixta?
